Polinesiomanía: Rongo Rongo, escritura viva, arte y resistencia ancestral en Rapa Nui/ Polynesianmania: Rongo Rongo, Living Writing, Art, and Ancestral Resistance on Rapa Nui
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Antes que nada, hay que preguntarse la pregunta ¿Por que surgió la escritura ? La escritura, si pretendemos establecer una cronología, y un continente o país de origen es difícil establecerlo ya que no surgió a la misma vez y además en cronologías distintas. Por poneros algunos ejemplos: China hace 5000 años, Tailandia siglo XIII d.c, en las culturas del valle del indio alrededor del 3 milenio, las culturas polinesias siglo XVII en adelante. Entonces ¿ Por qué y para qué surgió la escritura? En sí mismo no surgió para escribir relatos de fundación de una dinastía, o de cómo se fundó una ciudad o incluso relatos míticos sino algo más sencillo. Nació principalmente como una necesidad humana al medio en el que habitaban por lo cual su origen, es más económico y ligado a la contabilidad. Por eso, creo que es más apropiado decir que la escritura como tal, cuando cogemos los primeros documentos y nos ponemos a descifrarlos aunque con tiempo y esfuerzo, se puede lograr. Aunque a día de hoy hay muchas que todavía no están descifradas como es el caso del sistema de escritura rongo rongo qué es el caso de estudio de esta publicación.
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Entonces ¿Cuándo surgió la escritura rongo rongo? ¿Y qué significa? Hay dos teorías una que establece su origen tras la leyenda del primer ariki Hotu Matua, que llevó consigo 67 tablillas con las sabidurías maoríes. Y las dataciones por radiocarbono 14 que ha datado una de las 27 tablillas que son las que realmente, están físicamente aunque hay una que fue destruida en Bélgica, durante la primera guerra mundial. Pero una en particular data del siglo 17, momento antes de la llegada de los europeos de hecho el primer europeo llega en el siglo 18 Jacob Roggeveen un neerlandés, por eso la otra teoría es que se dice que la escritura surge en rapa nui tras la llegada de los europeos a partir del siglo 18 en adelante de hecho en hawai a final del 18 y principios del siglo 19 es cuando ya surge la escritura sobre todo en manos de los misioneros.
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También hay que tener en cuenta que durante el siglo XIX la isla de rapa nui fue anexionada en el año 1888, por Policarpo Toro, un almirante de la Armada chilena del momento. Aunque en la isla ya de por sí, ya había una posición francesa que se dedicaba a las actividades agropecuarias. Hubo muchas potencias europeas que la querían anexionar pero ninguna, lo hizo y al final chile optó por quedarse con la isla. Pero la cedió con un acuerdo a una compañía inglesa hasta 1953, la cual esclavizó a la población, aunque en 1862 Perú, esclavizo también a 1200 a 1500 personas la que causó buena parte de esa extinción de la población dejando a 110 habitantes, y entre ellos los que murieron fueron los (tangata maori rongo rongo) que eran lo que sabía entender y descifrar las tablillas. Los que volvieron, lo hicieron con enfermedades que terminaron casi por diezmar a la población por suerte no pasó pero estuvo al punto del colapso total. Y a raíz de esto durante el siglo XIX todos los misioneros europeos, que fueron a la isla, se fueron poco a poco llevando las tablillas consigo. Algunas, regresarán más tarde tanto a Chile como a Tahití pero otras muchas las podéis encontrar en Washington o Reino unido algunas están en Italia otras están en Alemania otras están en Austria otras están en Rusia están dispersas al final ha habido muchos intentos de desciframiento de las tablillas pero ninguna ha sido capaz de darle un significado como el que le dio el alma rapa nui.
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Muchas de las tablillas, están hechas con madera mako'i una madera ya casi extinta en la isla de rapa nui, y otras muchas tablillas no se conocen el origen de la madera con las que fueron realizadas, posiblemente fueron realizadas con maderas de la propia isla o de otras islas cercanas. Rongo Rongo, significa el gran mensaje o el gran estudio que los ariki, ya que, eran los que sabían entender e interpretar, las tablillas. De hecho se encontraron en las casas de la alta cuna si lo queremos ver así. Otra madera con la que se elaboraron estas tablillas se la conoce como Toromiro, pero que dichas maderas mencionadas también han servido para confeccionar o elaborar figuras como el moai Kava kava=literalmente significa el moai de las costillas, como podemos ver en la figura 1. Incluso figuras como la de tangata Manu también conocido como, el hombre pájaro, un ritual que se hacía desde la ciudad ceremonial de orongo para coronarse rey o ariki. Se sabe que siete tablillas estaban confeccionadas en madera de mako'i por poner un ejemplo esta madera se plantaba delante de los ahu, como sería el caso de ahu noho , localizado en Tahití (cerca de los ahu noho ahu). Por ende las cronologías de las tablillas no pueden ir más atrás en el tiempo en lo que sería el siglo XVIII. Otras 4 tablillas fueron elaboradas por el podocarpus Latifolius. Las tablillas, tenían según la leyenda el conocimiento y las genealogías, de los ancestros o antepasados. El manuscrito pua arahoa data del siglo 19, realizado sobre corteza de pandanus, tiene una mezcla de escritura,similar al Rongo Rongo y que transmite el espíritu de los antepasados.
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Ya que la escritura o las tablillas pueden ser interpretadas como con un lenguaje, de los antepasados del pueblo rapa nui o incluso: astronomía, agricultura, memorias de un guerrero e incluso honrar a los dioses y un sinfín de posibilidades que posiblemente se nos escapan a nuestras comprensiones de nuestro presente pero que sería un honor conservar esas tradiciones lingüísticas que hablan de tiempos mejores y que lo difundimos con orgullo y respeto a la gente de rapa nui.
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Otra de las interpretaciones que se le da a las tablillas y es muy probable que las usaran para cantar, para relatar hechos mitológicos delante de los moais como señal de respeto a los antepasados. Y os estaréis preguntando ¿Cómo se leían las tablillas? Se leen desde la esquina inferior hacia la izquierda de la tablilla y después se lee la primera línea de izquierda a derecha después se gira la tablilla y se lee la segunda línea de izquierda a derecha y después en el sentido opuesto a lo anterior dicho y se repite este proceso con cada línea girar la tablilla y leer girar la tablilla y leer. Eugenio Eyraud: fue un misionero que envió la tablilla(kohau rongo rongo), al obispo de Tahití en 1869. Como otros obispos hicieron después , sin importarles ni lo más mínimo el valor que tendrían las tablillas en un futuro. Ya mencioné anteriormente que una de las 27 tablillas fue destruida durante la primera guerra mundial tras un bombardeo en Bélgica, dicha tablilla se llamaba keiti por suerte se han conservado fotografías y dibujos de ella y permite estudiarla. En 1873 una de las tablillas fue expuesta en Londres, 1868 y la Armada inglesa encontró una de estas tablillas en la aldea ceremonial de orongo al noroeste de la isla.
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Las antiguas tablillas rongo rongo de Rapa Nui se grababan con herramientas muy simples pero efectivas: dientes de tiburón o esquirlas de obsidiana. Sobre la madera se tallaban signos que, más que letras, parecen pequeñas figuras llenas de simbolismo. Algunos de los más reconocibles representan personas (tangata), hombres-pájaro (tangata manu), aves con dos cabezas, vulvas (komari), manos (rima), pies (va’e), peces (ika), tortugas (honu), jaibas (pikea), pulpos (heke), chitones (mama) o caracoles (pipi). También hay objetos como canoas (vaka), proyectiles de obsidiana (mataa), adornos como el famoso reimiro, plantas y astros: soles (ra’a), lunas (mahina) y estrellas (hetu’u).
Se cree que hay alrededor de 150 signos principales. Pero combinándolos entre sí, se pueden formar más de 1.500 variantes distintas. Algunos expertos piensan que esta escritura podría estar relacionada con antiguos gestos rituales o pantomimas, lo que explicaría su fuerte componente visual. Muchos símbolos están claramente inspirados en la naturaleza, pero su significado exacto sigue siendo un misterio. Lo que sí parece claro es que no era solo un sistema para recordar cosas o hacer listas. Todos los estudios coinciden en que estamos ante una forma de escritura mucho más compleja, probablemente ideográfica, aunque todavía no se ha descubierto ninguna gramática que nos permita descifrar del todo.
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Se han encontrado ciertas similitudes entre la escritura rongo rongo y el arte del kai kai, una tradición oral y visual de Rapa Nui que consiste en trenzar hilos entre los dedos para formar figuras mientras se recita una historia o una canción, llamada pata’u ta’u. Estas figuras hechas con hilos que recuerdan a formas geométricas no son meros juegos: se han conservado cerca de un centenar de ellas, y cada una va acompañada de su propio relato. A estas composiciones se las denomina pata’u ta’u, igual que a los textos recitados.
La conexión entre el kai kai y el rongo rongo fue propuesta por el investigador ruso Sergei Ryabchikov, quien planteó que la estructura visual y simbólica de ambas tradiciones podría tener un origen común o al menos compartir una misma lógica de transmisión oral y gestual.
Dentro de las tablillas rongo rongo también se ha identificado un tipo particular de inscripción conocida como ta’u, que podría aludir a cantos o relatos rituales. Algunas de estas inscripciones hacen referencia a temas de fecundidad y procreación, como ocurre en la famosa tablilla Mamari, donde ciertos signos parecen vincularse con la luna y sus ciclos, quizá con rasgos asociados a una figura femenina o incluso a una antigua diosa lunar.
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En 1770, la isla de Rapa Nui fue anexionada al Imperio español por el navegante Felipe González de Haedo. Poco después, los españoles la rebautizaron como San Carlos. Para entonces, el pueblo rapa nui ya no podía leer las tablillas rongo rongo como un texto escrito, pero todavía conservaba la capacidad de interpretarlas y recitarlas a través del canto. Las tablillas no eran solo objetos simbólicos: algunas contenían lo que se cree que fueron crónicas, genealogías o hazañas históricas conocidas como kohau ika.
Lamentablemente, muchas de esas tablillas se han perdido con el tiempo, ya fuera por la humedad, por incendios, o por destrucción involuntaria durante el periodo colonial y misionero. Lo que nos ha llegado hoy es solo una pequeña parte de lo que existió.
A lo largo del tiempo, se han trazado paralelismos entre el sistema rongo rongo y otras escrituras del mundo. Algunos investigadores han comparado sus signos con los jeroglíficos egipcios, o con las culturas del valle del Indo, que florecieron en el tercer milenio antes de Cristo. De hecho, en esta última civilización también se utilizaban figuras gráficas que recuerdan al estilo de los signos rapa nui. Incluso hay quienes plantean que el rongo rongo podría estar más cerca de una escritura morfológica, o que tendría vínculos lejanos con formas de protoescritura china de la dinastía Zhou.
La lengua rapa nui, por su parte, pertenece a la gran familia austronesia, que se extiende desde Taiwán, Filipinas y Malasia, pasando por Melanesia, Micronesia y Polinesia, hasta llegar incluso a Madagascar. Esto revela una enorme expansión cultural, lingüística y humana que conecta los pueblos del Sudeste Asiático con las islas del Pacífico y el Océano Índico, y ayuda a comprender el contexto amplio en el que surgió y se desarrolló el pueblo rapa nui.
Conclusión: Para finalizar o concluir esto, me gustaría hacer una llamada a la acción sobre las visiones eurocéntricas, occidentalistas o mediterráneas que pueden influir en el entendimiento y la comprensión de la escritura del sistema de escritura Rongo Rongo.
Mi postura se inclina más a que hay antecedentes de protoescritura o indicios de un inicio de escritura, no solo porque ya una tablilla data del siglo XVII, sino porque hay una en concreto que tiene una cronología un poquito más antigua, aunque está en discusión. Pero todo esto tiene sus antecedentes; es decir, ya sea por influencia europea o no, la escritura al final surgió en la isla de forma independiente. Lo que pasa es que, lo que es inevitable, es que la influencia europea influyó en su formación.
Es una escritura que, en sí, para mí no es que no signifique nada, ya que ahora mismo está sin descifrar, pero me gustaría que, en un futuro, se descifrara y poder ver la hermosura y las raíces que transmiten esas tablillas, de un pueblo que perdió su alma o identidad tras la anexión por Chile, y que a día de hoy sigue luchando por reivindicar más voz y más voto ante el gobierno chileno.
Yo no veo la escritura como algo simplemente estético que en sí es bonita, no lo voy a negar , pero más allá de eso, para mí la escritura Rapa Nui es un legado, historia, cultura, raíces y, sobre todo, un espíritu ancestral que debe ser recordado no solo por la generación actual, sino por las generaciones futuras. Y que se sientan orgullosos no solo de la escritura, sino también de que las personas de fuera, que la lean o intenten estudiar esta cultura, no la vean como algo estético, teatral o turístico. Que vean más allá de esa mirada superficial: que no digan “uy, veo aquí un pájaro o una tortuga”, sino que entiendan que ese pájaro, esa tortuga o esas representaciones significan mucho más que un simple símbolo estético. No es solo estética. Podrá parecerlo, sí, pero es mucho más que estética.
Cita de cristián moreno pakarati : Sí existe un ocultamiento: el de los relatores e informantes nativos, ocultos detrás de un nombre extranjero sobre una portada, y oscurecidos detrás de los moai y de la postal turística.
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Espero que os haya gustado y nos vemos en próximas publicaciones. Que paséis un agradable verano y una muy buena semana.
Anexo imágenes:
Figura1.
Título: Échancrée (con muescas). Museo de Tahiti y de las Islas, Punaauia, Tahiti. 32 x 12 x 2.3 cm. 14 líneas (8 y 6), con unos 270 signos en elaborado estilo clásico y estilo clásico simple. Confeccionada en madera de Podocarpus latifolia. La tablilla estaba enrollada en 16 metros de un cordón de pelo humano trenzado, y fue enviada por los misioneros como regalo al obispo Jaussen en 1869, quien la remitió a Roma junto a otras tres. Fue devuelta a Tahiti en el año 1975. Las muescas en la tablilla indicarían que para esa época el trozo de madera servía como carrete de pesca, y que lo más valioso del regalo era el cordón de pelo humano, para los cánones isleños de la época.
Figura 2.
Título: Tahua. Congregación de los Sagrados Corazones (SSCC) Picpus, Roma.91 x 11.5 x 2 cm. 16 líneas (8 y 8), con unos 1.825 signos en elaborado estilo clásico. Confeccionada en madera de fresno, probablemente del remo de algún barco europeo de los siglos XVIII o XIX. Es una de las tablillas regaladas al Obispo Jaussen de Tahiti por los misioneros Roussel y Zumbohm en 1870. Interpretada por Metoro para el obispo Jaussen. Según Butinov (1959), el texto podría referirse a una genealogía. Según Guy (1985), la tablilla Tahua incluye una compilación de otros textos, incluyendo secciones que se encuentran en otras tres tablillas.
Figura 3.
Título: Aruku Kurenga. Congregación de los SSCC Picpus, Roma. 41 x 15.2 x 2.3 cm. 22 líneas (10 y 12), con 1290 signos en elaborado estilo clásico. Confeccionada en madera de mako’i. Recolectada en la isla por los misioneros Roussel y Zumbohm en 1870, y enviada por el Obispo Jaussen de Tahiti, y luego a Europa. El informante de Jaussen, Metoro Tau’a Ure, “leyó” los signos de la tablilla, describiendo cada signo pero sin poder interpretar su significado.
Figura 4.
Título: Mamari. Congregación de los SSCC Picpus, Roma. 29 x 19.6 x 2.5 cm. 28 líneas (14 y 14), con unos 1000 signos en estilo clásico particular. Confeccionada en madera de mako’i. Habría pertenecido al ariki Nga’ara, rey de la isla hacia 1840. Adquirida por el padre Zumbohm en 1870 y enviada al obispo Jaussen de Tahiti, quien la remitió a Europa. Esta tablilla incluye la única sección de un texto rongorongo cuyo significado habría sido descifrado (Lanyon-Orgill 1953 a). En realidad, según Barthel (1958) ese fragmento de texto, entre las líneas 6 y 8 del lado a, se refiere a un calendario lunar, mientras que Jacques Guy (1990, 1992, 2001b) cree que esos signos constituyen algo más elaborado: un canon astronómico para predecir en qué momento se deben intercalar noches con el objeto de ajustar el calendario a las fases de la luna, en un año de trece meses. Por su parte, Rjabchikov (2016 a, 2017b, 2017c, 2017c) ha dedicado un enorme esfuerzo para descifrar los detalles de esos datos astronómicos, comparando los glifos de la tablilla mamari con glifos maya y diseños inca.
Figura 5.
Título: Keiti. Recolectada en la isla por los misioneros Roussel y Zumbohm en 1870. Madera desconocida. Enviada por el Obispo Jaussen de Tahiti a Bélgica, y depositada en la Biblioteca de la Universidad Católica de Lovaina en 1888. Fue destruida durante bombardeos alemanes en el año 1914. 39 x 13 cm. 17 líneas (8 y 9), con unos 900 signos en elaborado estilo clásico. Afortunadamente, fotografías y grabados permitieron a varios estudiosos realizar análisis estructurales del texto (Lavachery 1933; Butinov y Knorozov 1956:78; Barthel 1958: 304-313; Pozdniakov 1996: 299-301, 2011; Horley 2007: 26-29; Melka 2008: 159-171; Wieczorek 2011). Según Pozdniakov (2011), el texto presenta una estructura asimilable a un calendario. Por su parte, del profundo análisis alográfico (variantes del mismo grafema) de los glifos realizada por Horley (2010) surgieron paralelos con la tablilla menor de Viena y con la tablilla Mamari.
Figura 6.
Título: Tablilla Menor de Santiago. Museo Nacional de Historia Natural, Santiago de Chile. 32 x 12.2 x 1.8 cm. 16 líneas (8 y 8), con unos 720 signos en el más elaborado estilo clásico. Confeccionada en mako’i. En el año 1870 el padre Roussel entregó la tablilla menor y la tablilla mayor al capitán Ignacio Gana de la corbeta chilena O’Higgins. Luego fueron remitidas al MNHN. La línea 6 del reverso contiene una secuencia de signos que los especialistas rusos Butinov y Knorozov (1957) identificaron como una corta genealogía. Según Guy (2003), si los investigadores rusos están en lo correcto, el signo 76 sería un taxograma para patronímicos, un descubrimiento tan importante como los cartouches en el antiguo Egipto.
Figura 7.
Título: Tablilla Mayor de Santiago. Museo Nacional de Historia Natural, Santiago de Chile. 44.5 x 11.6 x 2.7 cm. 24 líneas (12 y 12) con unos 1600 signos en estilo clásico. Madera de mako’i. Dañada por fuego en un borde. Entregada por el P. Roussel al capitán Gana en 1870, y depositada en el MNHN. Descrita por primera vez por el director del Museo (Philippi 1870, 1875).
Figura 8.
Título: Tablilla de Londres. British Museum 1903-1050, Londres. 22 x 6.8 x 1.8 cm. 10 líneas (5 y 5) con 250 signos en estilo clásico simple. Madera de mako’i (Orliac 2005). Adquirida por el Museo en 1903, de un coleccionista privado (Dalton 1904). Al parecer, fue obtenida en la isla por J. Linton Palmer en 1868. Incorpora partes de textos de otras tablillas, en particular, de la tablilla menor de Santiago.
Figura 9.
Título: Tablilla Grande de Viena. Museum für Völkerkunde 22869, Viena. 28.4 x 13.7 x 2.5 cm. En mal estado. 9 líneas en un lado, con unos 80 signos en estilo clásico. Madera de mako’i. Traida desde Tahiti por el cónsul alemán Schlubach, quien la obtuvo de Alexander Salmon en 1882. Donada al Museo de Viena en 1886. Algunas de las secuencias de signos parecen haber sido copiados de la tablilla menor de Santiago.
Figura 10.
Título : Tablilla Pequeña de Viena. Museum für Völkerkunde 22870, Viena. 25.5 x 5.2 x 2 cm. 10 líneas (5 y 5), con unos 230 signos en estilo clásico. Madera de Podocarpus latifolius (Orliac 2007). Donada al Museo en 1886. Dañada por el fuego y con fisuras longitudinales. Según Fischer (1997), las incisiones muestran una técnica distinta de las demás tablillas, con el uso de hueso aguzado en vez de dientes de tiburón, y el retoque de detalles complejos con obsidiana. Varias secuencias de signos parecen copias de la tablilla Keiti.
Figura 11.
Título: Tablilla de Berlin. Museum für Völkerkunde, Berlin. 103 x 12.5/10 x 5.2 cm. En mal estado. 11 líneas visibles en un lado, con unos 65 signos en estilo clásico. Madera flotante, en mal estado de conservación. Enviada al Museo en el año 1883.
Figura 12.
Título: Tablilla Grande de San Petersburgo. Museo de Antropología y Etnografía de Pedro el Grande, Cat. 402-13 a, San Petersburgo. 63 x 15/10 x 2 cm. 22 líneas (11 y 11), con unos 1500 signos en estilo clásico. En madera de Podocarpus latifolius (Orliac 2007). El P. Roussel la envió al obispo Jaussen en Tahiti, quien a su vez se la entregó a Nicolay Miklouho-Maclay en el año 1871 (Horley 2006; Miklouho-Maclay 1872; Piotrowski 1925; Tumarkin y Fedorova 1990).
Figura 13.
Título: Tablilla Pequeña de San Petersburgo. Museo de Antropología y Etnografía 402-13 b, San Petersburgo. 44 x 6.3/9 x 3 cm. 16 líneas (8 y 8), con unos 900 signos en estilo clásico rústico. Obtenida por Miklukho-Maklai en Tahiti, en 1871. Fechada por carbono 14, con dos alternativas: 1680-1740 dC, o 1800-1871 d.C. (Orliac 2005). Dada la presencia de glifos que representarían palmas, extinguido en la isla para el siglo XVIII, Orliac favorece la fecha más temprana.
Figura 14.
Título: Tablilla Pequeña de Washington. Atua Mata Riri. Smithsonian Institution, Washington. 24 x 9 x 1.8 cm. 17 líneas (8 y 9) con unos 500 signos en estilo clásico de alta calidad. Madera desconocida. El nombre Atua mata riri (dios de ojos enojados) corresponde al inicio de la lectura de la tablilla realizada por el isleño Ure Vae Iko para William Thomson en el año 1886 (Thomson 1891). Según Stimson (1953), la tablilla contiene un relato cosmogónico de la creación, similar a otros, pero identifica como “procreador” o “copulador” al dios polinésico Kiho. Según el autor, la versión Kiho-Mekameka de las Tuamotu y Rarotonga sería el mismo dios creador conocido en Rapa Nui como Makemake. Por su parte, Ross (1924) fue mucho más cauto respecto de la posibilidad de traducir la tablilla.
Figura 15.
Título: Tablilla Grande de Washington. Smithsonian Institution, Washington. 63 x 12 x 1.6 cm. 17 líneas (8 y 9), con unos 750 signos en el estilo clásico más elaborado. Madera de Podocarpus latifolia. Según el detallado estudio de Horley (2013), contiene secuencias de signos reconocibles en el corpus de la escritura rongorongo, pero sin paralelos directos en la lengua rapanui, lo que interpreta como un tipo de escritura silábica o logográfica. Se reconoce la presencia de glifos que delimitan textos, como posibles marcadores de textos secretos. Además, según el autor, esta es la única tablilla conocida que presenta cortes, perforaciones y zonas erosionadas probablemente relacionadas con su reutilización en la confección de canoas de tablas cosidas.
Figura 16.
Título: Tablilla 1 de Honolulu. Bernice P. Bishop Museum, Honolulu, Hawaii. 3629. 31 x 12.5 x 2.5 cm. 11 líneas visibles en un lado, con unos 280 signos. Madera desconocida.
Figura 17.
Título: Tablilla 2 de Honolulu. Bernice P. Bishop Museum, Honolulu, Hawaii. 3623. “Beam”. 70.5 x 8 x 2.6 cm. 5 líneas visibles (4 y 1), con unos 70 signos en estilo clásico simple. Madera desconocida.
Figura 18.
Título : Tablilla 3 de Honolulu. Bernice P. Bishop Museum, Honolulu, Hawaii. 3622 (“oar”). 71.8 x 9 x 2.8 cm. 2 líneas en un lado, con unos 27 signos en estilo primitivo. Madera desconocida.
figura 19.
Título : Museo Nacional de Historia Natural, Santiago de Chile. 126 x 6.5 cm. 14 líneas, con unos 2300 signos en elaborado estilo clásico. Madera desconocida. En el año 1870 fue entregada por el colono francés Dutrou Bornier a Anacleto Goñi, comandante de la corbeta O’Higgins, y en 1876 llegó a manos de Rodulfo Philippi, director del Museo Nacional de Historia Natural, quien describe por primera vez los signos (Philippi 1875). Un profundo análisis paleográfico (Horley 2011) permitió corregir el ordenamiento y el inicio del texto realizado por Philippi (cf. Guy 2004; Bettochi 2009), y confirma en base a la densidad de la madera la opinión de Orliac (2011) de que se trataría de una pieza confeccionada en mako’i. Fischer (1997) propuso que esta escritura en el bastón de Santiago consiste exclusivamente en registros de cantos de creación, a partir de la repetición de un signo fálico que se repite 564 veces en el bastón. Según Guy (1998 a, 1998b), se trataría más bien de una lista de eventos de guerra, sus héroes y víctimas, en donde el signo “ika” (pez) se asocia a los muertos en guerra, o a las víctimas destinadas al sacrificio.
Figura 20.
Título: Reimiro 1 de Londres. British Museum 6847, Londres. 73 x 13.2 cm. Adorno ceremonial para colgar al cuello con forma de media luna y dos cabezas modeladas en los extremos. Dos signos en estilo clásico en el borde superior del reverso, entre los orificios para colgar. Adquirida por un coleccionista inglés en 1870. Madera desconocida.
Figura 21.
Título: Reimiro 2 de Londres. British Museum 9295, Londres. 41 x 10.5 x 1.5 cm. Una línea en el borde inferior del dorso con 50 signos en estilo clásico. Madera de mako’i. Vendida por el reverendo William S. Simpson a la colección Christy Trustees en 1875, y transferida al Museo en 1883. Lanyon-Orgill (1953b) compara los signos con la lista de Jaussen (1893), los que estarían relacionados con ritos de fertilidad agrícola. Según el estudio de Fischer (1997) de las notas de Routledge, cuando ella le mostró una foto de esta pieza a los isleños en el año 1914, le dijeron que era un reimiro de mujer.
Figura 22.
Título : Tangata Manu. American Museum of Natural History, New York. 33 x 8 x 6.2 cm. 35 signos en distintas partes de la figura, en estilo clásico de alta calidad. Madera de toromiro. Lanyon-Orgill (1953) comparó los signos a partir de la lista de Jaussen (1893), pero resultaron imposibles de interpretar.
Fuente imágenes:
Artículos empleados :
https://www.researchgate.net/publication/324703008_RONGORONGO_LA_ESCRITURA_SAGRADA_DE_RAPA_NUI
https://moevarua.com/wp-content/uploads/2019/07/Revista-moeVarua-Octubre-2008.pdf
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